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Culpabilizar(te) es forzar las semillas.
Condenar(te) en pensamientos es crear debilidades redundantes.
Negar(te) no te hará florecer.
No (te) arranques antes de echar(te) agua.
No (te) inundes.
No intentes desarrollar(te) con flaquezas porque las ramas no estarán firmes.
No tirar(te) de las flores para ver cómo están las raíces.
Porque estarás perdida.
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Hacer fuerte la base es lo que nos hará evolucionar sin miedos y perdurar para nuestro crecimiento.
Ser conscientes de nuestros límites nos hará estar despiertxs para afrontar nuestras barreras de las limitaciones.
Porque la única barrera que tenemos no está en la raíz, sino en cómo hemos tratado a la semilla antes de hacerla crecer.
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Es cuestión de aPtitud. De cómo queramos hacer frente las circunstancias y de cómo nos enfoquemos en nuestras experiencias de vida.
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Si nos enfocamos mal nos distorsionamos.
Si buscamos un problema sin haber solución, nos perdemos.
Si no sabemos hacia donde vamos, nos desubicamos del rumbo.
Si no queremos ver más allá de nuestra realidad, estaremos ciegos el resto de nuestra vida.
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Sólo está en saber escuchar esa semilla que está en nuestro interior y hacerla nuestra. De tener el coraje de escuchar e ir a por ello.
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No malgastemos la vida porque cuando nos vayamos a ir, pensaremos en todo lo que no hemos podido conseguir.
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Pensemos que cuando llegue nuestro momento, sea cuando sea, estaremos orgullosxs de todo lo que hemos podido alcanzar por y para nosotrxs.
Porque la vida es nuestra primero, y del mundo después.
VIVAMOS HOY, mañana no se sabe.